El miedo al dentista es una fobia común que puede afectar tanto a adultos como a niños. Lo que muchos no saben es que este miedo a menudo se transmite de padres a hijos.
Un artículo publicado en la revista International Journal of Pediatrics destaca cómo los niños tienden a adoptar los temores y ansiedades de sus padres, especialmente en situaciones que perciben como amenazantes, como es el caso de las visitas al dentista.
Los niños son observadores innatos y aprenden a interpretar el mundo a través de las experiencias y actitudes de sus padres. Cuando los padres muestran nerviosismo, ansiedad o expresan temor hacia el dentista, los niños pueden percibir estas señales como una advertencia de peligro, lo que fomenta el desarrollo de su propio miedo.
Un estudio realizado por la Universidad Carlos III de Madrid, que involucró a 183 niños de entre 7 y 12 años y a sus padres, demostró que los hijos de padres ansiosos tienen dificultades para calmarse cuando deben ser atendidos por un dentista.
Esta transmisión del miedo ocurre a través de lo que se denomina “contagio emocional”, donde las emociones negativas de los padres influyen directamente en el estado emocional de sus hijos.
El miedo al dentista puede tener consecuencias significativas en la salud dental, especialmente en los niños. Evitar las visitas al dentista por temor puede llevar a problemas dentales graves no tratados, como caries, enfermedades periodontales y maloclusiones, que podrían haberse prevenido con revisiones regulares.
Además, el miedo al dentista puede prolongarse en la adultez, creando un ciclo difícil de romper. Los adultos que no superaron su miedo al dentista son más propensos a evitar la atención dental, lo que a su vez aumenta la probabilidad de transmitir este miedo a sus propios hijos.
La buena noticia es que el miedo al dentista no tiene por qué ser hereditario. Aquí te ofrecemos algunos consejos para evitar que tus hijos hereden este miedo:
El miedo al dentista puede transmitirse de padres a hijos, pero no tiene por qué ser así. Con una actitud positiva, preparación y el apoyo adecuado, es posible romper este ciclo y asegurar que tus hijos crezcan sin temor a cuidar de su salud dental.
Recuerda que tu actitud es fundamental; una experiencia dental positiva comienza contigo.