Actualmente, el consumo del cigarrillo, se ha acentuado severamente entre los adolescentes y adultos. A lo largo de la vida hemos visto cantidades de estudios especializados demostrando el daño que causa de la nicotina al cuerpo humano.
Algunas enfermedades son asociadas directamente al consumo del cigarrillo, como lo son las enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y principalmente las respiratorias y enfermedades de la cavidad bucal. El calor y el humo provocado por la inhalación del tabaco genera una alteración de la flora bacteriana normal en la boca, desencadenando una serie de factores que ayuda a la producción de la placa bacteriana, de la saliva y conlleva al inicio a una halitosis o enfermedades de las encías como la gingivitis y periodontitis.
El consumo del cigarrillo lastima los tejidos blandos de la boca, produciéndose irritación por el calor y la nicotina. Hay consumidores que creen que al momento de fumar e inmediatamente realizarse un cepillado y un enjuague minimizará el daño del cigarrillo en la boca y lamentablemente eso no es así, el efecto continuara.
Para la colocación de un implante debemos hacer un plan de tratamiento con nuestro Especialista, es sumamente importante aportar toda información necesaria al Doctor, ya que, el hecho de que el paciente sea fumador se necesitará un poco más de cuidado, el paciente deberá seguir al pie de la letra las recomendaciones del pre operatorio y post operatorio.
Estas recomendaciones principalmente inician con, evitar a toda costa el consumo del cigarrillo, por lo menos dos meses antes de la intervención, con un cuidado especial para que las encías estén saludables.
La colocación del implante y el éxito del mismo está íntimamente relacionada con este hábito, estudios demuestran que la pérdida ósea (principal tejido de sostén) con inflamación de los tejidos blandos se relaciona significativamente con este hábito, el proceso de cicatrización se altera ya que se reduce el riego sanguíneo, la respuesta del sistema inmune es deficiente, los irritantes tóxicos de la nicotina produce más placa bacteriana y se genera un ambiente apto para las infecciones, llevando al fracaso la intervención quirúrgica.
Si el paciente es fumador y realiza el protocolo a seguir, del cese del hábito dos meses antes y dos meses después de la intervención, sumado a una excelente higiene bucal, tiene altas posibilidades del éxito, preferiblemente quitar completamente el hábito ayudará a que el implante tenga su uso a la perfección a lo largo de su vida.
Como en los dientes naturales hablamos de enfermedades periodontales como la Gingivitis y la Periodontitis, para el caso de los implantes hablamos de:
Mucositis, es la inflamación de la mucosa (encía) que está alrededor del implante, sin lesionar el tejido oseo que lo rodea. Los síntomas son: enrojecimiento, dolor, hiperplasia de la mucosa (hinchazón) y sangrado. Esta inflamación es reversible solo con el uso de un tratamiento de antibióticos adecuados.
Periimplantitis es el proceso inflamatorio de los tejidos que rodean al implante, incluyendo pérdida ósea marginal, diagnosticada radiográficamente y con sondajes profundos de 6mm aproximadamente, supuración y sangrado luego del sondaje, también hinchazón y enrojecimiento de la zona, placa bacteriana y calculo, movilidad del implante. Avanzando hasta la pérdida del implante.
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